Sabemos que vuestra boda es mucho más que unos minutos de cámaras lentas con música de fondo.

Son los nervios antes de la ceremonia, las lágrimas en el altar; es emoción, legado; es vuestra historia, y merece ser contada con la esencia que la hace única.

Nuestra intención va más allá de documentar un día: aspiramos a crear un recuerdo que se convierta en parte de la familia, resista el paso del tiempo y sea revisitado con cariño por las generaciones venideras.

Eso es lo que perseguimos: los detalles que importan de verdad, los que relatan vuestro viaje juntos. Queremos que, dentro de diez años, cuando veáis vuestra película, podáis revivir el consejo que la abuela os susurró al oído o la reacción de vuestra pareja al veros por primera vez, y guardéis con vosotros todas esas cosas que se desvanecen en la memoria y no se captan en una foto.